Reconocimiento por desempeño, ¿qué tan buena idea es?
Los estudios muestran que el reconocimiento por desempeño a los colaboradores es positivo; sin embargo, la materialización de ese reconocimiento puede no serlo.
Lo malo
Empleado del mes: De pronto a simple vista no veamos nada de malo en escoger al empleado que haya hecho un mejor trabajo durante el mes. Sin embargo, al escoger uno sobre los demás, se deja de lado a los colaboradores que de igual manera hicieron su mayor esfuerzo; lo que puede generar resentimiento y desánimo. Además, muchas veces sucede que cuando un colaborador se gana la mención, se vuelve inelegible por un tiempo determinado y pierde así el ánimo de seguir dando su mejor esfuerzo.
Aniversarios de servicio: El gesto de dar algún detalle a colaboradores que estén por retirarse, celebrando su cumpleaños o durante fiestas especiales no tiene nada de malo. Sin embargo, el programa de reconocimiento por aniversarios es una forma de aplaudir el hecho de simplemente estar ahí, sin estar haciendo, necesariamente, su mejor desempeño. Este tipo de reconocimiento no anima a los colaboradores a hacer un excelente trabajo; y ¿no es ese el objetivo de los reconocimientos?
Felicitar a los colaboradores regularmente sólo por hacer su trabajo: Las empresas pagan salarios a los colaboradores a cambio de un trabajo específico por el cual se les contrató. Por esta razón, felicitar regularmente a quien hace lo que le toca hacer es contraproducente, ya que fomenta la mediocridad. Contrario sería, aplaudir a quien excede las expectativas laborales.
Lo bueno
Reconocimiento entre compañeros de trabajo: Siempre que la jerarquía administrativa sea quien escoja a quién hacerle honores, existirá duda entre los colaboradores sobre la transparencia y rectitud de la decisión. Una manera de eliminar esa tensión, es pidiéndole a ellos mismos que entre todos decidan quien consideran que debe ser reconocido por su desempeño. Después de todo, al compartir en el día a día, son los mismos compañeros de trabajo que saben mejor que nadie quién hizo mejor su trabajo.
Reconocimientos basados en metas claras: A los colaboradores les gusta saber con claridad que deben hacer y a donde se quiere llegar. Un programa de reconocimiento basado en metas realistas y claras, premia a quienes por su excelencia son capaces de llegar a ellas. Un ejemplo podría ser incrementar las ventas en un 15% para así recibir el premio o reconocimiento pactado cuando se estableció la meta.
Reconocimiento oportuno: Cuando un colaborador llegue a una meta establecida, se sentirá satisfecho y contento por su logro; pero esto debe ir acompañado por un pronto reconocimiento para fomentar esa motivación que lleva a la excelencia. La inmediatez es vital para que un programa de este estilo de resultados positivos.
Reconocimiento compartido: Para aquellas estructuras organizacionales que han evolucionado para facilitar la colaboración y el trabajo en equipo real, el reconocimiento compartido es una manera de evidenciar el trabajo de grupos internos superior a los méritos individuales. Bajo esta modalidad, los equipos de alto rendimiento y mayor impacto real - según las metas de la organización - comparten un reconocimiento y una recompensa compartida por sus logros, incentivando la colaboración y el sentimiento de propiedad en el colectivo.