¿Por qué cortar gastos no es suficiente?
Hacia finales del 2019, en RDP Consulting lideramos un un evento que llamamos “Enfrentando la Tercera Década del Milenio”. En esos momento temíamos una posible recesión económica que se venía acercando y queríamos brindar a los empresarios una visión más positiva sobre las oportunidades que traería el futuro y las diferentes estrategias que serían necesarias para aprovecharlas.
Nunca nos habríamos podido imaginar el reto que tendríamos que enfrentar unos cuantos meses después. Definitivamente sí llegó una recesión económica, pero esta no sólo fue producto de los ciclos económicos más predecibles, sino que llegó en las manos de una pandemia mundial con cientos de miles de pérdidas de vida humana, millones de personas contagiadas y luchando por su pronta recuperación, así como la cuarentena de miles de millones de personas alrededor del mundo.
Tomará el resto de esta “tercera década del milenio” recuperarnos del impacto económico de esta crisis mundial y muchas empresas están luchando diariamente para sobrevivir. Utilizando todas las estrategias de negocio que tengan a sus manos. Sin embargo, algunas de estas estrategias son más efectivas que otras.
Tomando la tarea de realizar un análisis de las crisis del pasado para definir la efectividad de diferentes movidas estratégicas, descubrimos que hay un instinto inmediato por recortar gastos en las empresas. Es un impulso entendible, más aun en esta crisis, que llegó sin aviso ni tiempo de planificación. Las empresas buscan reducir principalmente sus costos fijos, para de esta manera aumentar la capacidad de sostener la operación con el efectivo a mano y la reducción en ventas.
Aquí vemos dos grandes problemas. En un estudio publicado en el Harvard Business Review, se identifica la probabilidad que tiene una empresa de sobrevivir a una recesión y superar el rendimiento de sus competidores en el camino a través de diferentes estrategias de crisis. De las diferentes combinaciones, la reducción de gastos presenta el peor resultado, con sólo un 21% de probabilidades de sobrevivir y superar a la competencia durante y en los 3 años posteriores a una recesión.
Adicionalmente, con estudios referentes al efecto del precio en la rentabilidad de un negocio, los cuales se han realizado a través de las décadas con alcance en diferentes industrias, se ha determinado que una variación de un punto porcentual (1%) en costo fijo, sólo genera un beneficio en rentabilidad total de 2.6%, mientras que una mejora de un punto porcentual (1%) en costo variable y precio, pueden generar hasta un 6.7% y 12.3% de mejora en rentabilidad, respectivamente.
Esto significa que, aunque la intención inmediata es recortar gastos, no es este el camino para navegar una crisis económica de este tipo. Puede brindarnos un respiro financiero por un tiempo, pero esto no será suficiente para recorrer la maratón que es esta crisis económica. Deberemos buscar un balance claro en una estrategia sólida para no solamente sobrevivir esta crisis, sino también descubrir las oportunidades de sobresalir y ganar una ventaja importante respecto a la competencia. Un balance entre defensiva y ofensiva.
Por último…
Como Director de la División de Estrategia en RDP Consulting, he acompañado junto al equipo de la firma a múltiples empresas, de diversas industrias y tamaños, en la construcción rápida de una estrategia de corto plazo para la crisis. Es un modelo de trabajo de análisis, colaboración y toma de decisiones gerenciales en el que podemos reducir la incertidumbre del “¿qué hacer?” para convertirlo en una estrategia de evolución y aprovechamiento de oportunidades para el negocio.
Con este contexto y la metodología desarrollada en la experiencia en el tema de estrategia, escribí el libro “Estrategias para Enfrentar la Crisis”, que puede encontrar en Amazon o temporalmente GRATIS para descargar de su versión digital aquí.
Si está interesado en explorar las formas en las que mi equipo y yo podemos ayudar a su empresa a desarrollar una agenda estratégica de corto plazo para la crisis, puede comunicarse enviándome un correo electrónico directamente, o con el siguiente formulario.