El gimnasio que muchas empresas dejan a medio camino: Innovación

innovación empresarial

“Este año seremos una empresa innovadora” dijeron gerentes en muchos lugares en el mundo.

La meta a primera vista es ambiciosa y pone a soñar a cualquiera, tal como cuando nos planteamos a inicios de año inscribirnos al gimnasio para estar en mejor forma. Sin embargo, la ambición no es suficiente. Las empresas, tal como los seres humanos, requieren voluntad, compromiso y disciplina para cumplir lo que se proponen. Tan cierto es esto, que el Brain Research Institute nos dice que el 80% de las resoluciones de fin de año fracasan para la segunda semana de Febrero. Y en el caso de las empresas, un estudio de McKinsey indica que sólo el 6% de las empresas se considera “muy efectiva” en sus esfuerzos de innovación. Al final, la ambición inicial es un buen impulso, pero no es la que nos lleva a la meta.

Pero entonces ¿cuáles son las razones por las que no se cumplen las metas de innovación en una organización?

  1. Iniciar sin un plan: Al igual que en el gimnasio, las empresa necesitan definir una estrategia de innovación y marcar objetivos esperados en el largo, mediano y corto plazo. ¿Se ha preguntado qué significa ser una empresa más innovadora desde la perspectiva de su cliente, su industria y en su realidad operativa? Cada estrategia es un plan que debe adecuarse al peso que su negocio pueda soportar sin dejar de ser una reto ambicioso.

  2. No llevar el pulso: En algunos casos el plan de innovación carece de métricas o se definen varias sin saber el aporte que tendrán. Una vez que esta incertidumbre de medición llega, los proyectos se convierten en algo que nadie quiere implementar y/o invertir, pues no tienen claro su impacto en el negocio.

  3. Ejercitarse sin equipo: Se da la instrucción de ser una empresa más innovadora pero no se capacita al personal, no se apuesta por un liderazgo que se responsabilice por la innovación, no se reserva tiempo para cultivar una cultura que promueva la creatividad o no se asigna el presupuesto necesario. Si no se cuenta con el equipo humano, financiero, tecnológico y de tiempo, será imposible fortalecerse como organización.

  4. No estar dispuestos a salir de la zona de confort: Innovar no es fácil y algunos proyectos dejarán a las empresas adoloridas, incómodas y dudando de si están hechas para esta disciplina, ya sea porque no se tuvo el éxito esperado o porque el proceso fue frustrante. Pero la verdad es que si esperamos ver un giro en la cultura y en el negocio debemos apostar y abrir la mente a nuevas formas de trabajo, de liderazgo, de tecnologías y de procesos, entre otras, y también estar preparados para los fracasos pues si nunca se arriesga, no se ganará.

  5. Esperar resultados inmediatos: Es cierto que cuando ingresamos a un gimnasio queremos ver resultados lo antes posible y así pasa en la innovación, nos encantaría tener el producto ganador en el mercado cuanto antes, tener niveles de eficiencia en operación envidiables… pero la realidad es que la innovación es un proceso y es necesario sudar varios ciclos para poder dominarlo.

Si este 2023 usted dijo o escuchó esa frase que al inicio mencionamos, lo invitamos a revisarla con la objetividad que merece, reconociendo que la innovación empresarial es un músculo que se desarrolla a diario y que requiere equipo multidisciplinario, liderazgo involucrado, recursos financieros y un colectivo comprometido para poner en mejor forma a su organización.

Autor Paula Guevara

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